Cestería y trenzado en Mimbre de Chimbarongo

La cestería es una de las expresiones artesanales más antiguas y de mayor difusión en el mundo.  Tanto en el sur, norte y centro de Chile, se practica y conoce desde tiempos prehispánicos, para la confección de distintos elementos utilitarios, en base al tejido de diversas fibras vegetales propias de cada territorio.

Mimbre en Chimbarongo

Hoy en día, la cestería sigue siendo una artesanía absolutamente vigente en la producción de objetos utilitarios y decorativos. En nuestro país hay una rica tradición de cestería, pero sin duda el mimbre de Chimbarongo es un tipo de artesanía que en términos de producción y difusión se ha convertido en un verdadero ícono de la artesanía, y un clásico lugar de detención para los viajeros que transitan por la panamericana rumbo al sur.

Es tan marcada la presencia del mimbre en Chimbarongo, que resulta natural para el visitante pensar que esta es una práctica que viene de muchas generaciones atrás. Lo cierto que esta artesanía se incorpora recién en la primera mitad del siglo XX, que surge como una alternativa que permitiera complementar los ingresos de las familias campesinas, sobretodo en los meses de invierno, en que el trabajo agrícola disminuye y hay tiempo disponible para trabajar en casa.

Desde su incorporación, conmenzó a dar buenos resultados tanto en el cultivo de la planta, la cofección y en la comercialización, por lo que a los pocos años hubo familias entreras que se convirtieron completamente a la producción de canastos y muebles de mimbre.

El mimbre viene de la Salix viminalis

La planta que entrega la materia prima es la Salix viminalis, planta leñosa familiar del sauce originaria de Asia. Por su fácil reproducción y buena adaptación a las condiciones ecológicas de la zona central de Chile se ha cultivado con facilidad en Chimbarongo, donde muchos predios se han ido destinando a su cultivo, los que según la FAO superan las 220 hectáreas a inicios del siglo XXI.

El Estado chileno, viendo las posibilidades que significaba la artesanía en mimbre para las familias campesinas impulsó su difusión en el campo chileno, así el Instituto de Información Campesina en 1941 publicó el manual “Mimbre”, el que se ofreció gratuitamente a todo campesino que lo solicitara, para aprender a iniciarse en el cultivo y confección de canastos de Mimbre (ver libro).

En Chimbarongo en un inicio los diseños sobre todo de muebles, no eran propios, sino que se basaban en reproducciones de muebles que llegaban del extranjero, que los incipientes maestros mimbreros fueron buscando como imitarlos para complacer el gusto de los compradores.

Hoy en día, y ya con algunas generaciones de maestros artesanos de experiencia, el mimbre se ha diversificado notablemente, produciendo desde piezas tradicionales como canastos y sillas, hasta sofisticadas piezas como lámparas y muebles con diseño de autor, dirigidas a un público que busca piezas finas y exclusivas.

 

EL PROCESO

El proceso de la artesanía en mimbre se inicia con su cultivo, el que se realiza en terrenos húmedos como bordes de canales y lagunas. Las plantas se reproducen por esquejes o “patillas” como se les llama popularmente, y al segundo año comienzan a producir varas que sirven para la artesanía.

Hoy en día por la especialización que ha ido tomando esta artesanía, ha significado que ciertos productores se dediquen exclusivamente a la labor de producción de varas para abastecer a los artesanos.

La preparación de las varas tiene 2 modalidades, el mimbre blanco y el mimbre cocido.

Mimbre blanco

este se obtiene de varas que una vez cosechadas se deja en un estanque de agua por algunos meses hasta que empieza a brotar, momento en que está listo para pelar la vara, quedando esta de color blanco amarillento.

Mimbre cocido o tostado

para obtener varas de un color café intenso, las varas cosechadas se ponen a hervir por varias horas en un estanque con caldera. Tras esto se sacan y se pelan.

Para ambas modalidades, el descascarado o pelado de las varas se realiza con máquina a motor que consiste en discos metálicos que giran a gran velocidad, los que van raspando las varas de mimbre. Tras este proceso los productores arman “atados” de hasta 50 kg. con varas desde 1 a 6 m, de largo.

 

El tejido del mimbre se inicia partiendo las varas en tiras o “huiras” como le llaman los artesanos, lo que se realiza con un cuchillo y una cuña de madera. Posteriormente se le extrae la médula, lo que se realiza con una descarnadora.

Para ambas modalidades, el descascarado o pelado de las varas se realiza con máquina a motor que consiste en discos metálicos que giran a gran velocidad, los que van raspando las varas de mimbre. Tras este proceso los productores arman “atados” de hasta 50 kg. con varas desde 1 a 6 m, de largo.

El tejido del mimbre se inicia partiendo las varas en tiras o “huiras” como le llaman los artesanos, lo que se realiza con un cuchillo y una cuña de madera. Posteriormente se le extrae la médula, lo que se realiza con una descarnadora.
De aquí en adelante, y con las huiras mojadas para que estén más flexibles, comienza el trabajo del tejido, el que se realiza a mano descubierta, sin guantes, ya que se necesita mucho del tacto para dar forma y firmeza al trabajo.

 

Los canastos se tejen desde el fondo, a partir de una estructura hecha en base a trozos de varas gruesas,desde las que comienza el tejido con las huiras, que son las hebras de mimbre ya divididas.

Para el caso de los muebles, estructuras de madera y metal son los que dan la forma, sobre la que se va tejiendo para cubrirla. Este tejido se va fijando con amarras de huiras y clavos finos.

Las formas que se pueden elaborar son muy variadas, tanto en sus geometría como usos, dando como resultado multiples objetos, tanto utilitarios como decorativos.

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