Proveniente de familia campesina de Viluco, en Buín, la sra. Clara Mecato desde niña se dedicó al trabajo de temporada agrícola, en viñas, frutales y huertos de la zona.
El destino la llevó a casarse con un pomairino de familia alfarera por generaciones, por lo que a los pocos meses de instalada en Pomaire aprendió a amasar la greda, a modelar en el torno, el pulido y la quema en el horno de barro.
Con los años de experiencia, y con su espíritu emprendedor, logró construir su puesto en el centro de Pomaire, lo que desde entonces le ha permitido dedicarse por completo a la alfarería tradicional.