Raúl Torres desde siempre ha tenido cercanía por su cultura chilota y el trabajo en madera. Así fue como se fijó en un artefacto muy usual en los hogares chilotes hasta mediados del siglo XX, la chunga, une especie de balde de alerce ensamblado y que se usaba para acarrear agua, guardar la manteca, las mermeladas, entre muchos otros usos. Hoy en día las chungas están sólo en los museos, reemplazadas totalmente por los recipientes de plástico o metal.

Sin embargo, la precisión de la técnica de la chunga cautivaron a Raúl, que inspirado en esta tecnología chilota comenzó a confeccionar mates, vasos, tazas y tazones, que destacan por la originalidad y por el rescate de la esencia chilota del trabajo de la madera sin usar clavos

«Visité varias veces a un señor de la isla Lemuy que era el último te hacía chungas y él me mostró la base de cómo hacer los ensambles. Después fue sólo ensayo y error hasta llegar a producto final»